En el mundo de los quesos, hay sabores que sorprenden, historias que enamoran y procesos que hablan del alma de una región.
En Quesos Raros, creemos que el Día del Padre es la excusa perfecta para rendir homenaje a los papás que disfrutan el buen vivir, los que se atreven a probar lo distinto, los que encuentran en un bocado un viaje.
Para ellos, creamos una edición especial: Don Whiskey.
Un queso con carácter, como papá
Don Whiskey no es un queso común. Nació para homenajear a los paladares valientes, los que buscan intensidad, profundidad y autenticidad. Elaborado en la zona rural de Sesquilé por nuestro aliado Kauri, este queso de autor parte de una leche limpia, cuidada desde el origen por maestros queseros comprometidos con la calidad.
El proceso es artesanal y apasionante: tras pasar por una salmuera que fija su carácter, el queso es ahumado lentamente con madera de cedro, lo que le aporta notas secas, dulces y profundas. Luego, el toque final: se baña en whiskey durante tres semanas.
Este proceso transforma el queso artesanal en una joya sensorial con notas amaderadas, cálidas y sutilmente dulzonas que evocan barricas antiguas, reuniones íntimas y celebraciones memorables.

Don Whiskey: carácter, fuego y memoria
Este queso no es solo una delicia, es una declaración. Elaborado a mano en Sesquilé por nuestros aliados de Kauri, Don Whiskey es el resultado de una maestría quesera que respeta los procesos tradicionales y los transforma en experiencias. Hecho con leche limpia de la zona rural, comienza su vida en salmuera, luego es ahumado con cedro y finalmente sumergido en whiskey bourbon durante tres semanas, adquiriendo notas intensas, cálidas y complejas.
Este queso pasa por tres etapas esenciales que le dan su personalidad:
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Primero, se sumerge en salmuera, donde toma estructura y comienza a desarrollar su carácter.
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Luego, se ahúma lentamente con madera de cedro, que le infunde notas profundas, casi místicas.
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Finalmente, se baña durante tres semanas en whiskey , donde se transforma por completo: adquiere aromas dulces, tostados y una textura envolvente.
El resultado es un queso con una corteza oscura y misteriosa, de pasta semidura, con sabores complejos que evolucionan en boca. Es un tributo al oficio de los maestros queseros y a la imaginación gastronómica que mueve nuestra comunidad de exploradores del sabor.
Kauri: maestros queseros que transforman la leche en arte
Detrás de cada pieza de Don Whiskey está el trabajo de los maestros queseros de Kauri, una quesería artesanal ubicada en las montañas de Sesquilé. Su enfoque combina el respeto por la naturaleza, el uso de técnicas europeas adaptadas al territorio colombiano y un espíritu constante de experimentación.
Son parte del movimiento que está redefiniendo los quesos artesanales de Colombia, y en cada creación buscan no solo sabor, sino identidad.

Maridaje con alma: cómo disfrutar Don Whiskey
Este queso es ideal para una tabla especial o una cata íntima. Aquí algunas recomendaciones para acompañarlo:
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Un buen bourbon, que resalte sus notas amaderadas y dulces.
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Frutos secos (especialmente nueces y almendras tostadas).
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Mermeladas o chutneys de frutas oscuras como ciruela, higo o mora silvestre.
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Pan rústico o galletas de centeno, para aportar textura y equilibrio.
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Charcutería curada de sabor profundo, como un jamón serrano bien añejado, speck o incluso pastrami artesanal, que acompañe su intensidad sin opacarla.
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¿Y por qué no? Un poco de chocolate semiamargo como final inesperado.
Un regalo con historia
Don Whiskey no es solo un queso, es una experiencia. Un regalo pensado para esos papás que disfrutan lo bueno de la vida con calma, con respeto por lo artesanal, y con ganas de descubrir nuevos sabores.
Este Día del Padre, dale a tu papá una historia para saborear.
Una historia hecha de leche de Sesquilé, fuego de cedro y espíritu de whiskey.